En un contundente mensaje, el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, advirtió este lunes que el país respondería recíprocamente si el expresidente estadounidense Donald Trump cumple su promesa de campaña de imponer un arancel generalizado del 25% a las importaciones de productos mexicanos en caso de ganar la presidencia de Estados Unidos nuevamente.
“Si tú me aplicas a mí 25 por ciento de arancel, yo tengo que reaccionar con aranceles y soy tu principal importador, junto con Canadá”, señaló Ebrard en entrevista con Radio Fórmula, subrayando el impacto potencial de una medida recíproca por parte de México. El funcionario también destacó el “costo gigante” que esta decisión podría acarrear para la economía estadounidense, especialmente en términos de inflación.
La amenaza de aranceles en la campaña de Trump
Durante su campaña, Trump planteó que, si es elegido presidente, informaría a México que Estados Unidos impondrá aranceles del 25% a los productos importados desde el país vecino, como forma de presión para que el gobierno mexicano intensifique sus esfuerzos por frenar el flujo de “criminales y drogas” hacia Estados Unidos.
Respuesta de México ante la posible amenaza comercial
Ante esta situación, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha resaltado que ya se está trabajando para evidenciar la relevancia del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para la economía de ambos países. Además, Sheinbaum expresó su confianza en la continuación de los diálogos de alto nivel sobre temas prioritarios como la migración, el tráfico de drogas y armas, y la relación comercial bilateral.
La importancia de México en el comercio de Estados Unidos
México es el segundo mayor proveedor de productos para Estados Unidos, después de China. Según la Oficina del Representante Comercial de EE.UU., las importaciones estadounidenses desde México sumaron cerca de 455 mil millones de dólares en 2022. Los productos mexicanos comprados en Estados Unidos incluyen vehículos, frutas, vegetales y equipos eléctricos, lo cual demuestra la interdependencia económica de ambas naciones y el impacto significativo que un arancel de esta magnitud podría tener en el mercado estadounidense.
Con el T-MEC como pilar de la relación económica regional, cualquier decisión que afecte el comercio podría desencadenar represalias y tensiones diplomáticas en una relación ya compleja y estratégica. Las próximas elecciones en EE.UU. y el posible retorno de Trump al poder añaden incertidumbre sobre el futuro de esta asociación comercial que ha sido fundamental para las economías de México y Estados Unidos.