La ahora tormenta tropical Beryl se cobró este lunes dos víctimas mortales en Texas, dejó sin electricidad a más de dos millones de clientes y obligó a la cancelación de cientos de vuelos en Houston.
Según informó el alguacil del condado de Harris, Ed González, un padre de familia falleció luego de que un árbol cayera sobre el tejado de su vivienda en Houston. Horas más tarde, una anciana murió en circunstancias similares. “El hombre de 53 años estaba en casa con su familia cuando un roble cayó sobre el techo, golpeando las vigas y la estructura cayó sobre él. La esposa y los hijos resultaron ilesos”, explicó González en la red social X. “Los diputados del Pct 4 informaron de otra muerte. Un árbol cayó sobre una residencia en la cuadra 17400 de Rustic Canyon Trl, golpeando a una mujer de 74 años, quien fue declarada fallecida en el lugar”, agregó.
Beryl tocó tierra esta madrugada como un ciclón de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, descargando potentes lluvias y fuertes vientos en el sureste del estado. Según PowerOutage, más de dos millones de viviendas y oficinas quedaron sin energía tras el impacto del primer huracán que toca suelo estadounidense en la actual temporada en el Atlántico.
Antes del mediodía, el 67% de los vuelos del Aeropuerto Internacional George Bush en Houston y el 50% de los del Aeropuerto William P. Hobby estaban cancelados. Las primeras imágenes diurnas mostraban calles inundadas y escombros en poblaciones costeras.
Según un boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU., Beryl avanza tierra adentro con vientos máximos sostenidos de 70 mph, con dirección noreste y a una velocidad de 13 mph. Se espera un debilitamiento constante del ciclón, que podría rebajarse a depresión tropical el martes.
Varias localidades tejanas están bajo alerta por la marejada ciclónica que podría aumentar el nivel del mar hasta unos 6 pies en ciudades como Galveston y Freeport. Antes de su llegada a Estados Unidos, Beryl alcanzó la máxima categoría en la escala Saffir-Simpson (categoría 5) en el Caribe, donde causó muerte y destrucción, y tocó tierra el viernes en Tulum, México.