En un impactante giro de los acontecimientos, una ex carcelera adjunta, Kimberly Price, de 31 años y residente en Memphis, ha sido condenada a 14 meses de prisión, seguidos de dos años de libertad supervisada, por su participación en un maquinado plan destinado a introducir drogas en la cárcel del condado de Shelby. La sentencia fue dictada el miércoles pasado, según informó la Fiscalía Federal.
La pesquisa, iniciada en septiembre de 2020 por el Grupo de Trabajo de Insignias Empañadas del FBI, desentrañó una trama en la que Price, aprovechando su posición previa como carcelera, se dedicó al contrabando de cocaína y fentanilo con destino a los reclusos de dicha institución penitenciaria.
Según la información presentada ante el tribunal, el modus operandi de Price implicaba la compra de sustancias ilegales a petición de un recluso colaborador, las cuales eran entregadas posteriormente por un tercero en el interior de la cárcel. En un episodio crucial de la investigación, el 16 de octubre de 2020, Price intercambió una bolsa de cocaína por la suma de 1,000 dólares con una fuente cooperante. Pocos días después, el 16 de noviembre de 2020, se reunió nuevamente con la misma persona para suministrarle pastillas de fentanilo, esta vez por un monto de 1,300 dólares.
Price, confrontada con las pruebas en su contra, optó por declararse culpable de los cargos de posesión con intención de distribuir cocaína y posesión con intención de distribuir fentanilo en mayo de 2023.
La ausencia de libertad condicional en el sistema federal subraya la seriedad de los delitos imputados. La sentencia, que busca enviar un contundente mensaje contra la corrupción y el contrabando dentro del sistema penitenciario, refleja el compromiso de las autoridades en la lucha contra este tipo de actividades ilícitas.