En una clara señal de que la política migratoria volverá a ocupar un lugar central en su agenda, el expresidente Donald Trump ha revelado una nueva y ambiciosa meta: triplicar el número diario de detenciones de personas indocumentadas en Estados Unidos. Bajo este nuevo objetivo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) buscará alcanzar un mínimo de 3,000 arrestos por día.
Esto implicaría, de concretarse, un total de aproximadamente 1.1 millones de detenciones por año, una cifra sin precedentes en la historia reciente del país. La información fue confirmada por Stephen Miller, asesor principal de Trump en materia de inmigración, durante una entrevista transmitida por Fox News.
“El presidente Trump seguirá presionando para que esa cifra aumente cada día, con el fin de expulsar a todos los inmigrantes ilegales de Biden que inundaron nuestro país durante cuatro años”, afirmó Miller, en declaraciones que reflejan el tono combativo que caracteriza su discurso.
Reuniones tensas y nuevos mandatos:
La noticia sobre el incremento en las metas de detención fue reportada inicialmente por el medio Axios y posteriormente confirmada por otras fuentes. Según estas versiones, la decisión fue comunicada durante una reunión tensa sostenida la semana pasada entre altos funcionarios, en la que Miller y Kristi Noem, actual secretaria de Seguridad Nacional, informaron a los responsables de ICE sobre las nuevas directrices.
“Bajo el liderazgo de la secretaria Noem, estamos cumpliendo con el mandato del presidente Trump y del pueblo estadounidense de arrestar y deportar a inmigrantes ilegales delincuentes y hacer que EE.UU. sea seguro”, declaró Tricia McLaughlin, subsecretaria de Seguridad Nacional, en un comunicado oficial.
Sin embargo, las promesas de deportar exclusivamente a criminales contrastan con reportes que documentan la detención de personas sin antecedentes penales, entre ellas trabajadores, padres de familia y estudiantes. A medida que los números crecen, también lo hace la preocupación entre defensores de derechos humanos y comunidades inmigrantes en todo el país.
Opinión pública dividida:
Una reciente encuesta realizada por Morning Consult entre 2,221 votantes registrados reveló una opinión dividida respecto a la estrategia migratoria de Trump: un 51 % expresó su apoyo, mientras que un 44 % se manifestó en contra.
Para muchos, el enfoque agresivo en materia migratoria no representa una solución sino una amenaza. Así lo explicó Nayna Gupta, directora de políticas del Consejo Estadounidense de Inmigración, al diario The Guardian:
“Las encuestas públicas muestran una disminución del apoyo a la agenda migratoria de Trump, a medida que los estadounidenses se dan cuenta de que la deportación masiva implica arrestos de vecinos y amigos, agentes enmascarados en nuestras comunidades y personas con miedo de ir a trabajar o asistir a la escuela, todo lo cual socava nuestras economías locales”.
La escalada en los arrestos marca una nueva fase en la política migratoria trumpista, con implicaciones profundas para millones de personas en todo el país. Mientras se avecina un nuevo ciclo electoral, el tema migratorio vuelve a estar en el centro del debate nacional —y no parece que vaya a desaparecer pronto.