El proyecto de ley HB0010, que pretendía obligar a las autoridades locales en Tennessee a notificar al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) sobre cualquier persona arrestada que no pudiera comprobar su estatus migratorio, ha sido descartado por los legisladores estatales. Con esta decisión, la propuesta queda archivada y no será discutida nuevamente durante el actual año legislativo.
La medida, impulsada por legisladores republicanos, buscaba reforzar la cooperación entre las fuerzas del orden locales y las agencias federales de inmigración. Sin embargo, el proyecto generó fuertes críticas de organizaciones de derechos civiles, líderes comunitarios y sectores de la oposición, quienes lo calificaron como una política que podría fomentar la discriminación racial y el temor dentro de las comunidades inmigrantes.
De haber sido aprobada, la ley habría requerido que cualquier persona arrestada en Tennessee que no pudiera demostrar su presencia legal en el país fuera reportada de inmediato a ICE, lo que podría haber aumentado las deportaciones y afectado a personas detenidas por delitos menores o incluso errores administrativos.
Con el rechazo de la propuesta, los defensores de los derechos de los inmigrantes celebran una victoria momentánea, aunque advierten que medidas similares podrían volver a presentarse en el futuro. Mientras tanto, la comunidad migrante en Tennessee respira con alivio, al menos por ahora.