Durante el fin de semana, la administración de Biden describió los pasos que planea tomar en respuesta a una oleada de migrantes a lo largo de la frontera sur que intentan ingresar a la pequeña ciudad de Del Rio, Texas.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. Envió a más de 400 personas al área para ayudar con el procesamiento y el Departamento de Seguridad Nacional dijo el sábado que planea aumentar los vuelos de remoción a Haití como resultado. Otros países serán considerados para reasentamiento, dijo el departamento, particularmente aquellos donde los migrantes residieron por última vez.
La administración Biden va más allá de la frontera con su respuesta. Una de las claves de su rápida reacción al aumento de la migración es trabajar con el gobierno haitiano y otros gobiernos regionales en el reasentamiento.
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Raúl Ortiz, dijo en una conferencia de prensa el domingo que la administración se estaba moviendo rápidamente para aumentar los vuelos de expulsión de haitianos de la frontera y dijo que esperaba que todos los migrantes fueran procesados en menos de una semana.
“Serán removidos y enviados de regreso a su país de origen”, dijo Ortiz sobre los migrantes sin un reclamo legítimo de quedarse.
Esperan que 3.000 migrantes se trasladen fuera del puente en las próximas 24 horas, dijo el jefe.
Ortiz describió los pasos que están tomando las autoridades de inmigración en respuesta. Los funcionarios continúan brindando agua, baños, toallas, atención médica y dentro de las próximas 24 horas, CBP habrá enviado 600 personas al área.
El jefe comparó la afluencia con los niveles observados en 2019, pero reconoció que la tasa de cruces ha sido mayor esta vez. Los haitianos se han movido por Del Río en el pasado, dijo el jefe, y el boca a boca podría ser un factor determinante para los que cruzan ahora.
CBP decidió cerrar el puerto de entrada de Del Rio el viernes por la noche en un esfuerzo por controlar la afluencia. En cambio, el tráfico se redirige a casi 60 millas al sur hacia el puerto de entrada de Eagle Pass.
“Este cierre temporal y cambio es necesario para que CBP responda a las necesidades urgentes de seguridad y protección presentadas por una afluencia de migrantes a Del Río y sea efectivo de inmediato”, dijo CBP en un comunicado. “Promoverá y protegerá los intereses nacionales y ayudará a garantizar la seguridad del público que viaja, el tráfico comercial y los empleados e instalaciones de CBP”.
El número de migrantes acampados bajo el puente en Del Rio, Texas, ha aumentado a unos 13.000, según el alguacil de Val Verde Country, Joe Frank Martínez, quien recibe actualizaciones periódicas de la Patrulla Fronteriza y ha observado personalmente el campamento.
El liderazgo de la Patrulla Fronteriza viajó al área de Del Rio y Ortiz planeaba reunirse con las partes interesadas y los líderes comunitarios el domingo por la tarde.
“La gente en D.C. necesita salir del banco y entrar al juego”, dijo Martínez a ABC News. “Esta es una situación seria aquí”.
CBP no dijo cuánto tiempo estaría cerrado el cruce fronterizo. La agencia también está haciendo esfuerzos para transportar a los migrantes a otros lugares para garantizar un procesamiento oportuno. Hasta ahora se han trasladado unas 2.000. Algunos ya están siendo enviados de regreso en vuelos directamente a Haití, de donde, según informes, proceden la mayoría de los migrantes.
La afluencia ha agotado los recursos locales y ha llevado al Departamento de Seguridad Nacional a ordenar los recursos básicos, que incluyen agua, toallas y baños portátiles. Del Rio es una pequeña ciudad de aproximadamente 30,000 habitantes más de dos horas en las afueras de San Antonio y ha luchado constantemente para manejar la afluencia repetida de migrantes que cruzan la frontera durante el año pasado.
La administración Biden continúa advirtiendo a los migrantes sobre los peligros de intentar cruzar sin autorización.
“La migración irregular representa una amenaza significativa para la salud y el bienestar de las comunidades fronterizas y para la vida de los propios migrantes, y no debe intentarse”, dijo el Departamento de Seguridad Nacional en un comunicado.
Las autoridades estadounidenses siguen bajo presión tras las decisiones de la administración Biden de revertir algunas de las medidas de línea dura implementadas por la administración Trump. Bajo órdenes de un juez federal, los funcionarios de Biden se han visto obligados a restablecer la política de “Permanecer en México” mientras cuestiona las órdenes en la corte.
El mes pasado, las autoridades de inmigración impidieron que los migrantes cruzaran ilegalmente la frontera más de 200.000 veces. Las cifras representan un máximo de casi 20 años, aunque muchos de los arrestos involucran a delincuentes reincidentes.
