Según las autoridades de Memphis, Bryan Cerritos, de 27 años, enfrenta cargos de asesinato en segundo grado, intento de delito grave con asesinato en segundo grado y manipulación de pruebas, mientras que José Cerritos, de 55 años, también está en la cárcel y enfrenta cargos de asesinato en segundo grado e intento de delito grave con asesinato en segundo grado.

La historia comenzó cuando una mujer reportó a la policía que su Chevy Tahoe había sido robada alrededor de las 3 p.m. el 31 de marzo, en la cuadra 3000 de Macon Road.

Una hora después, los agentes respondieron a un tiroteo en las calles Kendrick y Hansom, donde Cerritos y otro hombre dijeron que estaban sentados en un automóvil cuando dos hombres salieron de un Infinity y dispararon.

Uno de los presuntos sospechosos fue trasladado al Hospital Regional One y más tarde falleció debido a una herida de bala. La policía reconoció a los dos hombres como sospechosos en el robo del Tahoe y regresaron para hablar con la mujer que, en ese momento, estaba en posesión del vehículo.

Cuando los oficiales reconocieron a los dos hombres como sospechosos del robo de la Tahoe, regresaron para hablar con la mujer, quien en ese momento estaba en posesión del vehículo. Ella les dijo que dos hombres recuperaron el Tahoe y la dejaron allí.

A las 5:30 p.m., la policía se dirigió a la cuadra 3000 de Merrit Cove, donde avistaron el Infinity y a dos hombres que coincidían con la descripción proporcionada por los detenidos.

Ambos hombres renunciaron a sus derechos Miranda y confesaron a los oficiales que dispararon contra los sospechosos y recuperaron el Tahoe. Bryan Cerritos incluso dijo que arrojó el arma a un lago, según la policía.

La fianza de José Cerritos y Bryan Cerritos fue fijada en $150,000 para cada uno.