El domingo, los residentes de varias áreas del sur y el medio oeste se apresuraron a evaluar los daños causados por las tormentas que azotaron la región el fin de semana. Se informó que estas tormentas posiblemente generaron decenas de tornados que mataron al menos a 32 personas en pueblos pequeños y grandes ciudades.

El alcance de los daños fue sorprendente, con reportes de tornados confirmados o sospechosos en al menos diez estados de los Estados Unidos. Los tornados destruyeron casas y negocios, arrasaron vecindarios enteros, astillaron árboles y cerraron carreteras.

Los esfuerzos de recuperación ya estaban en marcha en varias áreas afectadas. La Casa Blanca anunció que proporcionaría recursos federales, incluida asistencia financiera, para apoyar estos esfuerzos, después de que el presidente Joe Biden emitiera una declaración de desastre mayor.

Varios estados afectados por las tormentas, como Arkansas y Tennessee, ya habían declarado el estado de emergencia y activado la Guardia Nacional.

Entre los lugares más afectados por las tormentas se encontraba Wynne, una comunidad de unas 8.000 personas a 80 kilómetros al oeste de Memphis, Tennessee, donde se reportaron al menos nueve muertes. También se informó sobre muertes en un condado de Tennessee, Sullivan, Indiana y Illinois.

Se confirmaron muertes en una amplia franja de estados, con múltiples víctimas reportadas en Arkansas, Indiana y Tennessee, donde el número de muertos en todo el estado aumentó a 12 este domingo después de que las autoridades confirmaron tres muertes más en Memphis: dos niños y un adulto fueron encontrados muertos después de que la policía respondió a las llamadas sobre árboles que habían caído sobre las casas, según un comunicado de prensa del Departamento de Policía de Memphis.

Además, el Servicio Meteorológico Nacional estaba investigando informes de tornados que tocaron tierra en Nueva Jersey y Delaware, donde el clima severo provocó advertencias en un área cada vez mayor. Numerosas casas resultaron dañadas en el sur de Delaware, y se encontró una persona muerta dentro de una casa muy dañada por la tormenta en Bridgeville, condado de Sussex.

Los equipos de rescate y servicios públicos trabajaron incansablemente para despejar las áreas afectadas, y se reportaron numerosos casos de personas que se refugiaron en baños y armarios para protegerse durante las tormentas.