La administración de la Casa Blanca está evaluando la posibilidad de implementar una acción ejecutiva que limite la capacidad de los migrantes para solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México, especialmente si ingresaron de manera ilegal.
Esta medida evoca recuerdos de polémicas acciones tomadas durante el gobierno de Donald Trump y se espera que genere una fuerte reacción por parte de los defensores de la inmigración y los sectores progresistas.
El manejo de la situación en la frontera sur ha sido un punto crítico para el presidente Joe Biden, quien ha enfrentado desafíos significativos a medida que los niveles de migración han alcanzado cifras récord, resultando en la llegada masiva de personas a la región.
La acción que está siendo considerada por la Casa Blanca parece ser una extensión de algunas de las medidas más estrictas propuestas en un proyecto de ley sobre migración, el cual fue rechazado por los republicanos. Esta acción también refleja los esfuerzos del Gobierno de Biden por demostrar una postura firme en materia de seguridad fronteriza, especialmente antes de las elecciones de 2024.
Aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva sobre la acción ejecutiva, se contempla el uso de una normativa conocida como 212f entre los puertos de entrada para frenar los cruces ilegales en la frontera. Un funcionario del Gobierno indicó que se analizan con frecuencia posibles medidas, pero no siempre avanzan.
La ejecución concreta de la orden en discusión no está clara, ni tampoco si diferirá de alguna manera de las medidas implementadas durante el Gobierno de Trump. Fuentes señalan que abogados dentro de la administración están revisando la acción antes de su posible implementación.