En un informe divulgado el miércoles, el Departamento de Justicia expuso la preocupante realidad en tres prisiones de Mississippi, resaltando problemas críticos de violencia, pandillas y condiciones inadecuadas. La carencia de personal y la falta de supervisión emergen como las principales causas de estos desafíos dentro del sistema penitenciario.
El departamento señaló que las instalaciones no han garantizado la seguridad de los reclusos, permitiendo la operación impune de pandillas, el control violento de personas y el tráfico de contrabando. Este ambiente propicia la violencia, incluyendo agresiones sexuales, que han sido identificadas como problemas recurrentes en las prisiones investigadas.
Las prisiones bajo escrutinio son el Centro Correccional de Mississippi Central, el Centro Correccional del Sur de Mississippi y el Centro Correccional del Condado de Wilkinson. Según el informe, las condiciones en estas instituciones reflejan los problemas previamente reportados en 2022 en la Penitenciaría Estatal de Mississippi en Parchman.
Kristen Clarke, fiscal general adjunta para derechos civiles del departamento, expresó durante una conferencia de prensa: “La gente no renuncia a sus derechos constitucionales en la puerta de la cárcel”. Clarke destacó la falta de personal, con tasas de vacantes del 30% al 50%, y la dependencia de prácticas de vivienda restrictivas ineficaces y excesivamente duras para mantener el control en un entorno donde las pandillas prevalecen.
El informe reveló condiciones espantosas en las unidades de vivienda restrictivas de las prisiones de Central Mississippi y Wilkinson, calificándolas como un riesgo sustancial de daños graves. Estas áreas, caracterizadas por su insalubridad, peligro y caos, presentan escasa supervisión y se convierten en caldo de cultivo para problemas como suicidios, lesiones autoinfligidas, incendios y agresiones.
El Centro Correccional de Mississippi Central también fue señalado por su “mala seguridad de las puertas” y falta de supervisión, permitiendo a varios reclusos acceder a una unidad de vivienda para mujeres y participar en actividades sexuales prolongadas. En el Centro Correccional del Sur de Mississippi, un recluso denunció haber sido agredido sexualmente en las duchas, mientras pandilleros esperaban afuera para evitar intervenciones.
Hasta el momento, el Departamento Correccional de Mississippi no ha respondido a las conclusiones federales. Este revelador informe destaca la urgente necesidad de abordar las deficiencias en el sistema penitenciario y garantizar la seguridad y el respeto de los derechos de los reclusos.