Nashville, Tennessee — En una sesión crucial, los republicanos de la Cámara de Representantes de Tennessee dieron luz verde el lunes a un proyecto de ley que busca prohibir la reelección de legisladores estatales que hayan sido expulsados debido a su comportamiento.
La medida, impulsada por el representante republicano Johnny Garrett de Goodlettsville, tiene como objetivo evitar situaciones como la ocurrida en abril pasado, cuando los representantes demócratas Justin Jones y Justin Pearson fueron expulsados pero luego fueron reelegidos y regresaron rápidamente a sus funciones.
La propuesta surge como parte de una serie de restricciones que se están considerando tras el sonado proceso de expulsión de Jones y Pearson, quienes, cabe destacar, realizaron una protesta en la Cámara de Representantes pidiendo control de armas días después de un trágico tiroteo en una escuela primaria cristiana en Nashville.
A pesar del respaldo republicano en la Cámara, un abogado de la Legislatura expresó su inquietud la semana pasada, señalando posibles problemas constitucionales. Durante una audiencia del comité, sugirió llevar a cabo el cambio propuesto mediante una enmienda constitucional que debería someterse a votación.
El representante Garrett, patrocinador del proyecto de ley, defendió su propuesta argumentando que la Constitución de Tennessee permite claramente este cambio. “Creo que el lenguaje es absolutamente claro”, afirmó.
No obstante, se espera que las restricciones propuestas enfrenten un examen más detenido en el Senado. El presidente del Senado, Randy McNally, indicó que su cámara esperará la acción de la Cámara antes de considerar cualquier propuesta.
Justin Pearson, uno de los legisladores demócratas expulsados, denunció la iniciativa como una extralimitación del gobierno que despojaría del poder constitucional a los funcionarios locales. Durante el debate, Pearson propuso múltiples enmiendas que fueron rechazadas. Expresó su frustración ante lo que percibe como represalias, calificando los proyectos de ley dirigidos a él y a Jones como reacciones racistas.
Por su parte, Jones, otro legislador demócrata expulsado, no tuvo la oportunidad de hablar sobre el proyecto de ley antes de que los republicanos interrumpieran el debate y procedieran a la votación.
Ambos legisladores demócratas, Jones y Pearson, fueron expulsados tras participar en una protesta en la Cámara de Representantes en la que exigían control de armas después del trágico tiroteo en Nashville.
La representante demócrata Gloria Johnson, quien se unió a la protesta pero fue salvada por un solo voto de la expulsión, señaló el aspecto racial y retaliatorio de los proyectos de ley dirigidos a Jones y Pearson. Los demócratas, conocidos como los “Tres de Tennessee”, generaron atención y recaudación de fondos a nivel nacional.
Además de la prohibición de reelección, los republicanos también están proponiendo enmiendas constitucionales que someterían a votación de los ciudadanos la prohibición de que legisladores regresen a sus cargos tras ser expulsados, con propuestas que van desde una prohibición de cuatro años hasta una de por vida. Estas propuestas surgen después de que tanto Pearson como Jones ganaran fácilmente elecciones especiales meses después de ser reelegidos.
Gloria Johnson, en medio de la polémica, espera que el impulso de estos proyectos se traduzca en su favor en la carrera por el escaño de la republicana estadounidense Marsha Blackburn. Al mismo tiempo, Johnson se postula para la reelección en la cámara estatal.
En un giro adicional, los legisladores republicanos también están respaldando un proyecto de ley que impediría que Johnson aparezca en la boleta varias veces para diferentes cargos en una misma elección, así como la ocupación simultánea de varios cargos electos. Aunque los republicanos afirman que Johnson no es el objetivo, la medida añade complejidad a un escenario político ya tenso.
En respuesta a las expulsiones de Jones y Pearson, los republicanos de la Cámara de Representantes de Tennessee implementaron nuevas reglas este año que limitan el tiempo de debate de los legisladores y restringen la posibilidad de hablar a aquellos considerados “fuera de orden”, con sanciones potenciales de hasta un par de días en caso de reincidencia en ciertos delitos.
Es relevante destacar que Justin Jones ha presentado una demanda por su expulsión y contra una norma temporal aplicada por los republicanos para silenciarlo durante parte de un día de agosto. La situación sigue siendo objeto de atención y debate en el complejo escenario político de Tennessee.