El primer golpe: Vuelos de deportación y nuevas directrices:
A menos de una semana de haber asumido el cargo, el Gobierno de Donald Trump ya comenzó a implementar cambios contundentes en materia migratoria, con un fuerte impacto en la comunidad inmigrante en Estados Unidos. Este viernes, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, publicó imágenes de personas esposadas abordando un avión militar. En su publicación, escribió con firmeza: “Los vuelos de deportación han comenzado”.
El cambio más notorio se dio desde el primer día. El lunes, Trump firmó una serie de órdenes ejecutivas que otorgaron mayor libertad al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para llevar a cabo operativos en áreas sensibles, ampliar la categoría de inmigrantes indocumentados sujetos a deportación acelerada y, de manera polémica, puso fin al derecho de ciudadanía por nacimiento.
Expulsión acelerada: un mecanismo más amplio:
Uno de los puntos clave de estas medidas es la expansión del procedimiento de “expulsión acelerada”. Este mecanismo permite deportar de manera expedita a inmigrantes indocumentados en cualquier lugar del país, siempre que no puedan demostrar que han vivido en EE. UU. de forma continua durante al menos dos años.
¿En qué consiste exactamente? La “expulsión acelerada” autoriza a las autoridades migratorias a deportar a una persona sin necesidad de presentarla ante un juez. Según el American Immigration Council, los inmigrantes sujetos a este procedimiento tienen derecho a solicitar asilo si temen ser perseguidos o torturados al regresar a su país de origen. Sin embargo, el Gobierno también suspendió esta semana los vuelos para refugiados que planeaban viajar al país, lo que limita aún más las opciones para quienes buscan protección.
Un oficial de inmigración tiene la última palabra en estos casos. Según la abogada Elizabeth Uribe, experta en leyes migratorias, “la persona con documentos válidos, como una visa, puede quedar sujeta a la discreción del oficial, especialmente si hay sospechas de fraude o si se descubre que intentan quedarse a vivir y trabajar ilegalmente”. Uribe también señaló que quienes usan documentos falsos o se hacen pasar por ciudadanos estadounidenses enfrentan restricciones permanentes para reingresar al país.
Historia y evolución de la medida:
La figura de la “expulsión acelerada” no es nueva. Fue creada en 1996 como parte de la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y Responsabilidad de los Inmigrantes. En sus inicios, se aplicaba a personas que llegaban sin documentos a puertos de entrada o intentaban entrar con documentos falsificados. Posteriormente, se extendió para incluir a quienes cruzan fronteras terrestres o marítimas sin inspección.
Históricamente, estas deportaciones rápidas ocurrían en la frontera, según explicó Uribe. Pero bajo la administración de Trump, las reglas han cambiado. “Ahora, las expulsiones aceleradas ocurrirán dentro del país, específicamente para las personas indocumentadas que no puedan probar al menos dos años de residencia continua”, agregó la abogada.
Según el American Immigration Council, la medida también puede aplicarse a quienes son arrestados dentro de las dos semanas posteriores a su ingreso y a menos de 100 millas (160 kilómetros) de la frontera. El alcance de estas acciones intensifica la vigilancia hacia las comunidades inmigrantes en el interior del país, un cambio que genera preocupación entre los defensores de derechos humanos.
Un panorama incierto:
Con estas medidas, la administración de Trump reafirma su postura estricta contra la inmigración indocumentada. Los efectos de estas decisiones se sienten ya en las familias inmigrantes, muchas de las cuales enfrentan la incertidumbre de ser separadas de sus seres queridos. Mientras tanto, las organizaciones de derechos humanos han comenzado a preparar estrategias para asistir a quienes puedan verse afectados por las nuevas políticas.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿hasta dónde llegarán estas medidas y qué impacto tendrán a largo plazo en la comunidad inmigrante? Aunque aún estamos al inicio del mandato de Trump, las primeras acciones indican un camino claro y preocupante para miles de personas que han hecho de Estados Unidos su hogar.