El mortal tiroteo masivo ocurrido el domingo en Holly Springs, Mississippi, ha sido declarado como un “asesinato-suicidio”, según el sheriff del condado de Marshall.
“Con base en la evidencia recopilada y en la entrevista forense de un niño testigo presente durante la tragedia, mi opinión es que fue un asesinato-suicidio”, afirmó Kenny Dickerson, sheriff del condado de Marshall.
Las cuatro víctimas han sido identificadas como un hombre y una mujer de Holly Springs, y dos mujeres de Memphis.
El Grupo de Trabajo contra Crímenes Violentos, que colaboró en la investigación, está compuesto por dos ayudantes y dos agentes de policía de Holly Springs. “Su trabajo consistía en fotografiar, marcar y recopilar pruebas. Luego, otro equipo se encargó de localizar cualquier secuencia de vídeo captada por cámaras de teléfonos o cámaras Ring”, explicó Kelly McMillen, comandante de la Oficina del Sheriff del condado de Marshall.
Los funcionarios de Holly Springs destacan la importancia del grupo de trabajo para la comunidad. “Es un equipo colectivo que nos ayuda a resolver crímenes, especialmente los violentos, de manera oportuna”, comentó Bernita Fountain, Concejal del Distrito 1 de Holly Springs.
El sheriff Dickerson expresó su frustración debido a que, a pesar del esfuerzo del grupo de trabajo en reunir pruebas forenses y determinar el motivo de los tiroteos, el laboratorio criminalístico estatal podría tardar días en emitir una causa oficial de muerte. “Para estar 100% seguros, no lo sabremos hasta tener los resultados de la autopsia forense profesional”, señaló el sheriff.
Además, los funcionarios del condado de Marshall informaron que dos de las víctimas compartían una hija, una niña de tres años, que no resultó herida y actualmente está al cuidado de familiares.