La legislatura de Tennessee vive momentos de alta tensión en su sesión especial sobre inmigración. Lo que debía ser un debate legislativo se convirtió en un enfrentamiento entre el público y las autoridades, cuando policías estatales expulsaron a varios asistentes que se manifestaban en la audiencia de este miércoles.
El gobernador Bill Lee sorprendió a muchos al incluir la inmigración en la convocatoria especial, argumentando que quiere hacer del tema una prioridad inmediata. Según explicó, su intención es reforzar las políticas migratorias en línea con la administración del presidente Donald Trump.
La organización sin fines de lucro The Remix Tennessee destacó que en el estado residen más de 400,000 personas indocumentadas. Según el grupo, las medidas que impulsan los legisladores podrían traer consecuencias económicas graves, como el aumento de precios y la pérdida de empleos.
A continuación, un desglose de los principales proyectos presentados:
1. Creación de una División de Aplicación de la Ley de Inmigración
Uno de los puntos más polémicos es la propuesta de crear una División de Aplicación de la Ley de Inmigración dentro del Departamento de Seguridad de Tennessee. Esta estaría liderada por un “zar fronterizo”, designado por el gobernador, y serviría como enlace con el gobierno federal y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Este departamento permitiría acuerdos con el fiscal general de Estados Unidos para reforzar la aplicación de leyes migratorias, incluidas detenciones y deportaciones bajo el programa 287(g).
Sin embargo, el proyecto establece que esta nueva oficina solo funcionaría durante la administración Trump y caducaría al finalizar su mandato, a menos que los legisladores decidan renovarla.
El costo del departamento sería de 1.4 millones de dólares anuales, y su equipo estaría compuesto por solo cuatro personas, incluido el director, quien recibiría un salario de $231,401 dólares al año.
2. Subvenciones para acuerdos migratorios locales
Otro aspecto del proyecto propone destinar 5 millones de dólares en subvenciones estatales para incentivar a agencias locales a firmar acuerdos 287(g) con ICE. Aunque la participación de los departamentos de policía locales sería opcional, el proyecto de ley no requiere la aprobación de los ayuntamientos ni de las comisiones de los condados para que sus agencias se sumen al programa.
3. Endurecimiento de sanciones contra ciudades santuario
Si bien Tennessee ya prohíbe las ciudades santuario, la nueva legislación daría más poder al fiscal general para destituir a funcionarios electos que no cumplan con la prohibición.
4. Restricciones en identificaciones estatales para no ciudadanos
Otra medida contempla que solo ciudadanos estadounidenses o residentes legales puedan obtener una identificación de Tennessee. Además, las licencias de conducir para no ciudadanos incluirían un marcador especial para evitar que se registren para votar.
El impacto real de esta medida es incierto. Sin embargo, en el verano de 2024, la oficina del Secretario de Estado envió cartas a 14,375 votantes registrados pidiéndoles prueba de ciudadanía, lo que generó controversia. Aunque las autoridades aclararon que no los eliminarían del padrón si no respondían, muchos ciudadanos expresaron su preocupación, especialmente aquellos que han sido estadounidenses por más de una década.
La nueva ley también exigiría prueba de ciudadanía para renovar una licencia de conducir.
Expulsión de la audiencia y restricciones en el debate
El debate en la legislatura se tornó tenso cuando miembros de la audiencia comenzaron a chasquear los dedos y a expresar su desacuerdo con las propuestas. En un punto álgido de la discusión, el presidente del comité, Chris Todd (R-Jackson), ordenó a la policía estatal expulsar a quienes consideraba “perturbadores”.
El martes, en una sesión sobre educación, ya se habían impuesto restricciones a las manifestaciones del público, prohibiendo aplausos, expresiones verbales y el uso de carteles. Sin embargo, en ese caso no se expulsó a ningún asistente.
El futuro de estos proyectos de ley sigue en debate, pero una cosa es clara: la inmigración es ahora un tema central en la política de Tennessee, y la tensión solo parece aumentar.