En un martes que muchos consideran decisivo, Tennessee se prepara para cerrar el ciclo de elecciones especiales de 2025. Y aunque para algunos esta contienda pudiera parecer solo un trámite en un distrito marcadamente republicano, para otros —sobre todo en Washington— es una prueba crucial del impulso que los demócratas han venido acumulando silenciosamente durante todo el año.
Porque sí: después de un arranque difícil, marcado por la pérdida de la Casa Blanca, del Congreso y de índices de aprobación históricamente bajos, los demócratas están viendo señales que pocos esperaban… y Tennessee es su próxima oportunidad para confirmarlo.
El 7.º Distrito Congresional de Tennessee, al oeste de Nashville, no suele ofrecer sorpresas. En 2024, el republicano Mark Green ganó allí por más de 20 puntos antes de renunciar a su escaño. Sin embargo, hoy el ambiente parece distinto.
La votación anticipada ya superó el 35% de la participación total de 2022. Y eso, para una elección especial, es notable. Tanto demócratas como republicanos coinciden en algo: la atención nacional está empujando a la gente a las urnas.
En esta contienda, la demócrata Aftyn Behn se enfrenta al republicano Matt Van Epps, y ambos partidos están invirtiendo fuerte. Los grupos externos han abierto la billetera, y figuras nacionales incluyendo a Kamala Harris y líderes del DNC han visitado el distrito.
Behn ha hecho de la asequibilidad su bandera. Critica duramente los proyectos de gasto republicanos y los aranceles de Trump, un mensaje que, según recuerda, ha funcionado en lugares como Nueva Jersey, Virginia y Nueva York.
“La vida no es mejor. La gente dice: ‘Ya basta, estamos hartos’”, dijo a CNN.
Y aunque asegura que Tennessee ha sido subestimado durante años, afirma que esta elección es una oportunidad para demostrar que el Sur también puede enviar mensajes nacionales poderosos.
“Queremos que todos los demócratas del país vean la oportunidad de invertir en Tennessee”, señaló.
La respuesta no tardó: el PAC de la Mayoría de la Cámara comprometió 1 millón de dólares en su apoyo, su primera gran inversión en una elección especial este año.
Van Epps, veterano y piloto de helicópteros militares, ha centrado su mensaje en la economía y el costo de vida. En su publicidad, se presenta como un hombre de misión:
“Una nueva misión para reducir precios, crear empleos bien remunerados y bajar los costos de la atención médica”.
El candidato asegura que con una fuerte participación conservadora, el distrito seguirá en manos republicanas.
“Me pondré a trabajar con el presidente Trump para reducir el costo de vida de las familias trabajadoras de Tennessee”, afirmó.
Las elecciones especiales suelen ser de baja participación, pero 2025 está rompiendo patrones. En promedio, las cuatro anteriores alcanzaron un 57% de la participación de las elecciones intermedias de 2022, un salto notable frente al ciclo anterior.
Los demócratas incluso han superado los márgenes de sus propios candidatos de 2024 por 16 puntos en estas contiendas. Y aun con la baja popularidad nacional del partido solo el 29% tiene una opinión favorable, según encuestas de CNN, la motivación demócrata para votar está en alza, impulsada en gran parte por el rechazo a Donald Trump.
Entre los electores “extremadamente motivados”, los demócratas aventajan a los republicanos 59% a 37%.
Desde el primer mandato de Trump, los demócratas han superado sus propias expectativas en elecciones especiales. Y este año no ha sido la excepción.
El promedio de 16 puntos de mejora frente a 2024 coincide casi exactamente con lo ocurrido en 2017, cuando los demócratas superaron los márgenes de 2016 por 17 puntos.
Además, la tendencia de alta participación y resultados favorables se ha replicado en Wisconsin, Nueva Jersey, Virginia y California, donde medidas y candidaturas demócratas han sobrepasado los números de Kamala Harris en 2024.
Si Behn logra acortar significativamente el margen —o incluso dar la sorpresa—, la contienda podría marcar un punto de inflexión, no solo en Tennessee, sino en la narrativa política nacional.
Lo dijo ella misma:
“Si logramos cambiar la situación, será una señal clara de que la agenda republicana no está siendo bien recibida, ni siquiera en territorio rojo”.
El martes no solo se elige un escaño. También se mide el pulso del electorado, el peso del rechazo a Trump y la capacidad de organización demócrata rumbo a 2026.
En Tennessee, como tantas veces, una elección local podría resonar mucho más allá de sus fronteras.







