Desde el histórico asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, el senador republicano Marco Rubio ha usado su tribuna para denunciar lo que considera una amenaza marxista en América Latina. Aquella vez, al observar el caos en Washington, Rubio comentó: “Lo que vi se parece más a esos países que a la extraordinaria nación que tengo el privilegio de llamar hogar”, haciendo alusión a la Cuba de su abuelo, marcada por golpes militares y la llegada al poder de un dictador marxista.
Hoy, en un giro político significativo, Rubio ha sido designado por Donald Trump —ahora reelecto como presidente de los Estados Unidos— como secretario de Estado. Desde este cargo, se espera que Rubio mantenga la postura firme y crítica que ha defendido durante años en el Senado, donde frecuentemente condena a regímenes de América Latina, especialmente en Cuba, Venezuela y Colombia.
Rubio, quien inicialmente fue rival de Trump en las primarias republicanas de 2016, terminó por apoyar al entonces presidente en sus campañas de reelección en 2020 y 2024. Su voz ha resonado como una de las más críticas en el Senado contra los gobiernos autoritarios y las políticas de izquierda en la región. A continuación, repasamos algunos de sus pronunciamientos más contundentes sobre Cuba, Venezuela y Colombia.
Cuba
Hijo de inmigrantes cubanos y nacido en Miami, Rubio ha sido un crítico feroz del régimen de los Castro y de su sucesor, Miguel Díaz-Canel. Rubio se opuso a la política de apertura de Barack Obama hacia la isla, particularmente el encuentro con Raúl Castro y la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, de la cual volvió a formar parte en 2021.
En 2016, tras la muerte de Fidel Castro, Rubio declaró que el líder cubano “será recordado como un dictador asesino que infligió miseria y sufrimiento a su propio pueblo” y pidió al presidente electo Trump mantener la presión sobre el gobierno cubano. Al ascenso de Díaz-Canel en 2019, Rubio calificó al nuevo presidente como “la cara de un régimen opresivo que viola los derechos humanos y socava el orden democrático en nuestra región”.
El 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos protestaron por la falta de libertades y el empeoramiento de la economía, Rubio mostró su respaldo en redes sociales: “La ira se ha ido acumulando por meses y apenas está comenzando. #SOSCuba”. En 2023, tras la reelección de Díaz-Canel, que calificó como ilegítima, Rubio declaró que Cuba seguía bajo una “tiranía criminal marxista” y aplaudió a los manifestantes de 2021, quienes —según él— evidenciaron el hartazgo de una nueva generación de cubanos frente a un sistema político y económico fallido.
Venezuela
Rubio ha sido uno de los críticos más enérgicos del chavismo y, en particular, del presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien acusa de encabezar un “régimen marxista”. Durante las protestas de 2017, Rubio habló en el Senado sobre el sufrimiento de los venezolanos por la inseguridad, escasez de alimentos y represión, mientras Maduro y sus “secuaces” vivían “una vida de lujo”.
En 2022, Rubio solicitó a los secretarios de Justicia y Seguridad Nacional de EE.UU. que pidieran a Interpol emitir una alerta roja para la captura de Maduro, quien realizaba una gira por varios países. En Twitter, Rubio fue tajante: “Maduro es un criminal acusado de aliarse con organizaciones terroristas para usar drogas ilegales como armas contra Estados Unidos”.
También recordó en una carta que el Departamento de Justicia había acusado a Maduro en 2020 de narcoterrorismo y otros delitos. El gobierno venezolano reaccionó calificando estas acusaciones de “miserables, vulgares e infundadas”.
Tras la reelección de Maduro en 2024, que fue validada por las autoridades judiciales y electorales venezolanas pero rechazada por varios países, Rubio declaró que había sido una “farsa” y acusó a Maduro de robarse las elecciones, respaldando a la oposición que afirmó tener pruebas de que su candidato, Edmundo González Urrutia, había ganado de forma abrumadora.
Colombia
La postura de Rubio hacia Colombia también ha sido crítica, especialmente tras la elección de Gustavo Petro en 2022. Rubio manifestó su preocupación sobre la “Colombia desconocida” que, según él, estaba emergiendo bajo el liderazgo de Petro, a quien describió como un exguerrillero de izquierda con una visión hostil hacia los intereses de Estados Unidos en la región.
Rubio señaló que la elección de Petro había generado inquietud en la comunidad colombo-estadounidense de Florida, quienes veían a su país natal bajo el liderazgo de un presidente con inclinaciones marxistas. En 2023, envió una carta al secretario de Justicia estadounidense exigiendo el rechazo de la solicitud de Petro para extraditar a Salvatore Mancuso, exlíder paramilitar nombrado como gestor de paz.
En mayo de 2024, Rubio criticó en una columna la política de “paz total” de Petro, afirmando que los “mayores ganadores” habían sido los narcotraficantes y los traficantes de personas.
Conclusión
Como futuro secretario de Estado, Marco Rubio parece preparado para asumir una política exterior estricta y combativa hacia lo que llama el “marxismo” en América Latina. Su trayectoria de duras críticas a los regímenes de Cuba, Venezuela y Colombia augura una diplomacia marcada por la confrontación y la defensa de sus ideales sobre democracia y derechos humanos. La región se enfrenta a un escenario diplomático tenso con el ascenso de Rubio, cuya influencia podría redefinir el enfoque de Estados Unidos en América Latina en los próximos años.