El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) considera la apertura de un “Centro Nacional de Llamadas” en Nashville, con el objetivo de localizar a menores migrantes no acompañados para su posible deportación.
De acuerdo con un aviso de contratación federal, la agencia señala que existe una “necesidad inmediata” de establecer el centro, el cual podría manejar hasta 7,000 llamadas diarias relacionadas con el paradero de estos menores. Se espera que las instalaciones entren en funcionamiento en junio de 2026, marcando un nuevo paso en la expansión de la infraestructura migratoria del país.
Esta medida se enmarca dentro de la ofensiva migratoria más amplia impulsada por el gobierno del expresidente Donald Trump, que en meses recientes ha ordenado intensificar los esfuerzos para localizar a menores migrantes no acompañados que viven en Estados Unidos. Muchos de ellos fueron entregados a patrocinadores mientras sus casos de inmigración continúan en los tribunales.
Según el documento oficial, el centro de llamadas buscaría centralizar la comunicación entre ICE y las agencias locales, con el fin de agilizar el intercambio de información y el seguimiento de los casos.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes expresaron su preocupación ante lo que consideran una nueva herramienta de vigilancia federal. Advierten que esta medida podría incrementar el miedo y la desconfianza en las comunidades inmigrantes, especialmente entre familias que ya viven bajo la presión de un sistema migratorio incierto y sobrecargado.
Aunque ICE no ha confirmado públicamente la ubicación exacta ni los detalles operativos del centro, el anuncio ha encendido el debate en Tennessee sobre el papel del estado en las políticas migratorias federales y el impacto que este tipo de iniciativas podría tener en las comunidades locales.







