Memphis, Tennessee — La cárcel del Condado de Shelby, ubicada en el 201 Poplar Avenue, enfrenta un aumento considerable en su población reclusa desde la llegada del Grupo de Trabajo de Seguridad de Memphis, hace poco más de dos semanas.
Según datos proporcionados por la Oficina del Sheriff del Condado de Shelby (SCSO), el número de internos pasó de 2,776 el pasado 29 de septiembre a 2,932 hasta el miércoles de esta semana. Un incremento que coincide directamente con los cientos de arrestos realizados desde el inicio del operativo.
El gobernador de Tennessee, Bill Lee, confirmó la magnitud de las detenciones y calificó los resultados iniciales como positivos. “Apenas estamos comenzando, pero hasta ahora es muy alentador”, expresó el mandatario durante una conferencia de prensa el martes.
Sin embargo, no todos comparten el optimismo. Para Josh Spickler, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Just City y defensor de la reforma del sistema de justicia penal, el incremento de la población carcelaria en Shelby es motivo de seria preocupación.
“Es una muy mala señal para una cárcel que ya ha tenido dificultades para ingresar a los reclusos, mantenerlos seguros una vez dentro y liberarlos oportunamente”, advirtió Spickler.
El activista señaló que su equipo ha estado monitoreando los números con atención. “Al analizar los datos de este año, encontramos que el promedio era de unos 70 ingresos diarios. Desde el primero de octubre, la cifra supera los 110. Eso representa un aumento de aproximadamente el 57 %, y parece que ese ritmo se mantiene. En pocas palabras, la cárcel está recibiendo un 60 % más de ingresos que en cualquier otro momento del año”, explicó.
Ante esta situación, la Oficina del Sheriff aseguró que trabaja de manera coordinada con otras agencias para manejar el aumento de detenidos. En un comunicado, la institución informó:
“El Sheriff continúa trabajando con otras entidades para abordar los arrestos adicionales. Las iniciativas incluyen la reubicación de reclusos en otros lugares y la continua reducción de la población mediante nuestro Coordinador de Gestión de Población, nuestro Expeditor y otros medios.”
Spickler, por su parte, alertó sobre los efectos colaterales de este incremento. “Cuanta más gente metemos, más difícil se vuelve para ellos salir y más difícil se vuelve difundir información”, afirmó. “Controlamos ese sistema exclusivamente. El gobierno federal puede enviar a todos sus agentes a Memphis para realizar arrestos, pero una vez que esas personas ingresan al sistema del condado, se convierten en nuestra responsabilidad. Y nuestras decisiones son las únicas que importan”.
El gobernador Lee, en declaraciones recientes, sugirió que la operación del Grupo de Trabajo podría extenderse indefinidamente. “Esta operación podría no terminar nunca; simplemente cambiará su alcance”, señaló el mandatario.
Por ahora, la realidad es clara: el número de detenidos crece, las celdas se llenan y los retos logísticos así como humanos comienzan a sentirse dentro de una cárcel que ya enfrentaba un historial complicado. La pregunta que muchos se hacen es hasta cuándo podrá resistir el sistema antes de volver a colapsar.







