Memphis, Tenn. — La voz de los votantes de Memphis retumbó el martes por la noche: en sus manos, la papeleta no era sólo una lista de propuestas, sino un llamado claro a endurecer las leyes de armas en la ciudad. Con amplias mayorías, los habitantes expresaron su apoyo a medidas como la prohibición de portar armas abiertamente y la implementación de leyes de “bandera roja” que permitirían restringir la compra de armas a personas consideradas peligrosas. Sin embargo, a pesar del contundente respaldo, estas propuestas se enfrentan a una barrera insuperable: las leyes estatales que invalidan cualquier intento de regulación local en materia de armas.
El senador Brent Taylor, republicano del condado de Shelby, anticipa que la situación no cambiará fácilmente. Tras conversaciones con líderes políticos, Taylor asegura que ambas cámaras del estado no cederán ante las demandas locales; al contrario, prevé que la legislatura podría aprobar una ley que limite aún más la capacidad de los municipios para imponer regulaciones que contradigan la legislación estatal.
Los resultados de los referendos fueron concluyentes y reflejan el hartazgo de la comunidad frente a la violencia armada:
- Un 81% de los votantes apoyó la prohibición de portar armas abiertamente en espacios públicos.
- Un 80% respaldó restricciones al uso de rifles de asalto dentro de la ciudad.
- Un 84% se manifestó a favor de incluir leyes de “bandera roja” en la carta de la ciudad, permitiendo que familiares o autoridades bloqueen la compra de armas por personas que pudieran representar un peligro.
Para el senador Taylor, estos referendos no solo son una medida inútil, sino también una carga innecesaria para los contribuyentes. “Esos referendos fueron, una vez más, tan insignificantes como una tabla nutricional en una bolsa de hielo”, comentó Taylor con severidad. “Todo está prohibido por la ley estatal. Fue un desperdicio de dinero de los contribuyentes. Y, francamente, alguien debería demandar a la ciudad de Memphis, al Consejo Municipal, por incumplimiento del deber de presentar algo que saben a primera vista que es ilegal”.
La respuesta no se hizo esperar. JB Smiley Jr., presidente del Consejo Municipal de Memphis, replicó defendiendo la voluntad de los votantes y cuestionando la postura de los legisladores estatales que representan a la comunidad pero se oponen a sus demandas. “Vamos a presionar a las personas que alegan que quieren que Memphis importe para que hagan lo correcto y hagan avanzar al condado de Shelby. Si representa a Memphis, ¿por qué no quiere escuchar a la gente de Memphis? Le dijeron que quieren una reforma de las armas. Le dijeron que quieren proteger a sus familias. Quieren menos armas en nuestra comunidad”.
El destino de estas propuestas ahora depende de un fallo judicial o de un cambio en la legislatura estatal que permita que las regulaciones locales tomen fuerza. Mientras tanto, el debate sobre el control de armas continúa siendo un reflejo de la división entre la voluntad local y el poder estatal, dejando a Memphis en una encrucijada entre la seguridad pública y la autonomía legislativa.