Memphis, Tennessee — La mañana comenzó tensa en la sala del tribunal. Yahir Mejía, el joven de 22 años acusado de asesinar a tiros a Erik Sandoval dentro del centro comercial Wolfchase Galleria, se presentó ante el juez para escuchar la gravedad de los cargos que ahora pesan sobre él.

Mejía, quien asegura que el disparo fue un acto de defensa propia, enfrenta oficialmente un cargo de asesinato que podría enviarlo a prisión por varias décadas si llega a ser declarado culpable. Un proceso que apenas comienza, pero que ya se perfila como complejo y cargado de evidencia.
A su lado estuvo su abogado defensor, Brandon Hall, conocido por haberlo representado en incidentes previos. Esta vez, Hall fue claro: el caso demandará tiempo y un análisis meticuloso.
“Hay mucha evidencia en video que aún no he visto”, señaló, subrayando lo delicado del proceso.
El abogado también adelantó que parte del caso podría girar en torno al material grabado. “Podría tratarse principalmente de lo que se ve en el video; él mismo se entregó a la policía. Obviamente, no es bueno que un cliente haga comentarios en video mientras se entrega, pero eso es lo que tenemos”, afirmó Hall con franqueza.
Mejía deberá volver a comparecer ante el juez Bachelor este lunes. Hasta entonces, permanecerá detenido bajo una fianza de $500,000, mientras familiares, autoridades y comunidad esperan por más claridad sobre lo ocurrido aquella tarde en Wolfchase.
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