Memphis vive su segundo día bajo la presencia de la Guardia Nacional, desplegada oficialmente el viernes por la mañana como parte del operativo federal para reducir la delincuencia en la ciudad. Desde entonces, los uniformados han sido vistos en distintos puntos del área metropolitana, incluyendo zonas residenciales donde su presencia ha generado inquietud y temor entre los vecinos.
Durante la madrugada del sábado, varios testigos reportaron haber visto a miembros de la Guardia Nacional en los alrededores de Chelsea Avenue y Wells Station Road, donde algunos soldados entraban y salían de una zona boscosa cercana. Aunque no se ha informado qué tipo de operación realizaban, la escena no pasó desapercibida para los residentes del vecindario de Nutbush, como Rosa Avina, quien asegura que la comunidad hispana se siente en estado de alerta.
“Siento que todos los delincuentes se están escondiendo ahora mismo, y cuando todo esto pase, todas esas ratas saldrán”, dijo Avina.
“La comunidad hispana no tiene voz en este momento. ¿Por qué? Porque todos están muy asustados”.
El gobernador Bill Lee afirmó que la Guardia Nacional no realizará arrestos, sino que servirá de apoyo a las agencias policiales locales y federales. Sin embargo, la tensión en las calles es evidente. Desde el 29 de septiembre, el Grupo de Trabajo de Seguridad de Memphis ha realizado más de 600 arrestos y emitido más de 3,000 multas de tránsito, según datos oficiales.
De esos arrestos, 224 fueron por órdenes judiciales y 131 por órdenes administrativas del ICE. Aunque el operativo busca reducir la criminalidad, muchos en la comunidad aseguran que el miedo ha paralizado su vida cotidiana.
“Mucha gente ahora mismo no tiene dinero para comprar alimentos porque tiene miedo de ir a trabajar”, expresó Avina.
“Tuve a una señora que estaba a punto de perder su trabajo porque no tenía transporte. Me decía: ‘No quiero conducir. ¿Y si me detienen?’. Eso es devastador”.
El presidente Trump anunció el mes pasado el despliegue de la Guardia Nacional en Memphis como parte de una estrategia para combatir la delincuencia urbana. El gobernador Lee respaldó la medida, indicando que las tropas estarán bajo coordinación del Servicio de Alguaciles de EE. UU., sin utilizar tanques ni equipo militar pesado.
De acuerdo con la capitana Kealy Moriarty, portavoz del Departamento Militar estatal, algunos miembros de la Guardia ya colaboran con patrullas comunitarias, control del tráfico y tareas de seguridad pública. No se ha confirmado cuántos elementos se encuentran actualmente desplegados ni si se espera la llegada de más.
El viernes, al menos nueve miembros armados fueron vistos patrullando cerca de la Pirámide, uno de los puntos más reconocidos de la ciudad, así como en un centro de visitantes a orillas del río Misisipi.
Memphis ha enfrentado durante años altas tasas de delitos violentos, incluyendo asaltos, robos y homicidios. Aunque las cifras de este año muestran cierta mejora, los residentes admiten que la violencia continúa siendo una amenaza constante.
El alcalde Paul Young ha señalado que la Guardia podría también desempeñar funciones civiles, como monitoreo de cámaras policiales, embellecimiento de barrios y apoyo a personas sin hogar.
Mientras tanto, los residentes siguen observando los vehículos militares pasar frente a sus casas. Y aunque algunos ven en ellos una promesa de seguridad, otros —como Rosa Avina— solo sienten el peso de una incertidumbre que no parece tener fin.







