Memphis, Tennessee. — A pocos días de que el gobernador de Tennessee, Bill Lee, anunciara el despliegue de la Guardia Nacional con 300 efectivos adicionales en Memphis, más de un centenar de personas salieron a las calles para expresar su rechazo. La protesta, bautizada como “Free 901”, se realizó el sábado con consignas, pancartas y un mensaje claro: la Guardia Nacional no es la respuesta a los problemas de seguridad en la ciudad.
Los manifestantes se hicieron escuchar frente al Tribunal de Menores y más tarde frente al Ayuntamiento de Memphis. El ambiente fue pacífico, acompañado de cantos, bailes y mensajes de unidad. Sin embargo, el trasfondo estuvo cargado de un fuerte simbolismo histórico y político.
El representante estatal demócrata G. A. Hardaway se unió a los manifestantes y compartió una memoria dolorosa.
“Tenía 13 años cuando asesinaron al Dr. King; tenía 13 años viendo la culata de un rifle, sostenida por un miembro de la Guardia Nacional, con una bayoneta. Recuerdo la visión”, dijo Hardaway, aludiendo a la llegada de la Guardia Nacional en 1968, tras el asesinato del líder de derechos civiles en Memphis.
Para el legislador, la medida del gobernador podría traer un alivio momentáneo, pero no soluciona la raíz del problema.
“Verán un impacto temporal. Cuando se vayan, ¿qué pasará? La delincuencia volverá a aumentar… A menos que se corte de raíz, tendremos lo mismo después de que se vaya la Guardia Nacional que antes de su llegada”, advirtió.
Entre los oradores destacó Richard Massey, un joven de 21 años y estudiante de último año de Ciencias Políticas en la Universidad de Memphis. Con la mirada puesta en un futuro político en la ciudad, Massey cuestionó el uso de los 100 millones de dólares estatales destinados a combatir la delincuencia.
“Eso podría reinvertirse en el fondo fiduciario de vivienda asequible aquí en Memphis para garantizar que la gente tenga un techo, que pueda mantener la luz y comprar comida al mismo tiempo”, señaló, provocando la ovación de la multitud.
El senador estatal republicano Brent Taylor desestimó la protesta con duras palabras, calificándola como una “reunión hippie de pelo morado”. Aseguró además que lo que Memphis necesita es un “liderazgo conservador de confianza”.
Mientras la Guardia Nacional se prepara para llegar el lunes 29 de septiembre, la ciudad se encuentra dividida entre quienes la ven como una medida necesaria para frenar la violencia y quienes, como los manifestantes de “Free 901”, creen que es una respuesta equivocada que no ataca las verdaderas causas de la delincuencia.
La protesta de este sábado dejó claro que, para muchos residentes, la solución no está en la militarización, sino en invertir en la comunidad y en oportunidades que den esperanza a Memphis.








