NASHVILLE, Tennessee — El presidente Trump anunció este viernes que enviará a la Guardia Nacional a Memphis para “abordar la delincuencia”, una decisión que asegura cuenta con el respaldo tanto del alcalde de la ciudad como del gobernador de Tennessee. Sin embargo, el anuncio llega justo cuando las estadísticas oficiales revelan que los delitos en Memphis han alcanzado su nivel más bajo en 25 años.
En una entrevista con Fox News, Trump declaró que “el alcalde está contento” y “el gobernador está contento” con el despliegue pendiente. La ciudad, según dijo, está “profundamente afectada” por la violencia. “Vamos a solucionarlo como hicimos en Washington”, señaló, en referencia al envío de tropas federales a la capital durante su mandato.
Reacciones encontradas en Tennessee:
La afirmación del presidente contrasta con la respuesta de los líderes locales. El alcalde de Memphis, Paul Young, reveló que apenas esta semana supo de las conversaciones entre Trump y el gobernador republicano Bill Lee. “Lo que más necesitamos no son tropas ni vehículos blindados, sino fondos para prevención del delito, más patrullas y apoyo para investigaciones”, subrayó.
El alcalde del condado de Shelby, Lee Harris, fue aún más contundente: “Señor presidente, aquí nadie está ‘contento’. No estamos nada contentos con la ocupación, los vehículos blindados, las armas semiautomáticas y el personal militar en uniforme de faena”.
Por su parte, el gobernador Bill Lee recordó que una operación conjunta entre el FBI, autoridades estatales y locales ya ha producido cientos de arrestos contra delincuentes violentos. También anunció la llegada de 50 nuevos agentes de la Patrulla de Carreteras al condado.
Apoyo republicano y críticas demócratas:
Mientras demócratas locales rechazan la medida, varios republicanos han mostrado su respaldo. El senador estatal Brent Taylor aseguró que la Guardia Nacional podría brindar “apoyo administrativo y logístico” a las fuerzas policiales. La senadora federal Marsha Blackburn también expresó su apoyo.
Sin embargo, la propuesta genera cuestionamientos legales y políticos. Desde junio, Trump ha utilizado a la Guardia Nacional en diferentes ciudades, como Los Ángeles y Washington, en ocasiones sin el consentimiento de las autoridades locales. Ese patrón ha levantado dudas sobre los límites del poder presidencial y la intervención militar en asuntos civiles.
Las cifras contradicen la narrativa:
La policía de Memphis informó que, en los primeros ocho meses de 2025, la ciudad registró descensos en todas las categorías principales de delitos. El crimen general alcanzó el nivel más bajo en 25 años, y los homicidios, su punto más bajo en seis años.
Paradójicamente, mientras Trump afirma que la situación en Memphis justifica un despliegue militar, las estadísticas reflejan lo contrario. Aun así, el exmandatario sugirió que su primera opción habría sido enviar tropas a Chicago, aunque consideró que la ciudad era “demasiado hostil” y dominada por “agitadores profesionales”.
Un debate que va más allá de Memphis:
El anuncio vuelve a encender el debate sobre la militarización de la seguridad pública y el papel de la Guardia Nacional en ciudades gobernadas por demócratas. Chicago, Baltimore y Nueva Orleans figuran entre las próximas en la lista de Trump, pese a que los índices delictivos nacionales muestran una tendencia sostenida a la baja.
En palabras de un residente de Memphis, que prefirió mantener el anonimato: “Estamos cansados de que usen nuestra ciudad como campo de batalla político. Lo que necesitamos es inversión en comunidades, no soldados en nuestras calles”.
El tiempo dirá si el despliegue se concreta, pero lo cierto es que Memphis enfrenta hoy una paradoja: ser una de las ciudades más seguras en décadas y, al mismo tiempo, estar en la mira de una de las operaciones militares más polémicas de los últimos años.







