El mapa político argentino se sacudió este domingo. En la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado y con mayor peso electoral del país, la alianza peronista Fuerza Patria se impuso con contundencia sobre el oficialismo de Javier Milei, La Libertad Avanza (LLA), marcando un revés significativo para el presidente a pocas semanas de las elecciones nacionales de octubre.
Con más del 85 % de las mesas escrutadas, Fuerza Patria alcanzó casi el 47 % de los votos, mientras que LLA quedó relegada al 34 %. El resultado fue leído como una señal clara del clima político que atraviesa Argentina y de la fragilidad del oficialismo frente a un peronismo que, una vez más, demuestra su capacidad de reorganizarse en los momentos clave.
“Hoy hemos tenido una clara derrota, y si alguien quiere empezar a reconstruir y salir adelante, lo primero que hay que aceptar son los resultados”, reconoció Milei en una declaración transmitida la noche del domingo. El mandatario prometió “hacer lo posible para revertir” el escenario rumbo a octubre, aunque aceptó que su fuerza recibió un duro golpe.
Los números no dejan lugar a dudas: el peronismo ganó en seis de las ocho secciones electorales bonaerenses, incluyendo los dos distritos más poblados, donde la diferencia fue categórica.
En tercer lugar quedó el frente Somos Buenos Aires, con más del 5 %, integrado por sectores peronistas distanciados del kirchnerismo. Más atrás, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad superó el 4 %.
La participación electoral fue del 63 %, un nivel más bajo que en anteriores comicios legislativos (71 % en 2021 y 77 % en 2017), aunque no tan reducido como anticipaban los analistas, considerando que esta elección se desarrolló de manera separada de la nacional.
De confirmarse los resultados, Fuerza Patria se quedaría con 13 de las 23 bancas en el Senado provincial y 21 de los 46 escaños en la Cámara de Diputados. La Libertad Avanza, por su parte, obtendría 8 bancas en el Senado (sobre un total de 46) y 18 sillas en la Cámara Baja (sobre 92).
El golpe es doble: el peronismo no solo superó al partido de Milei, sino también a Propuesta Republicana (Pro), la fuerza conservadora liderada por el expresidente Mauricio Macri, que en esta ocasión se presentó en alianza con LLA.
Más allá de lo provincial, tanto el Gobierno de Milei como el peronismo apostaron fuerte en Buenos Aires, conscientes de que el distrito concentra el 38,6 % de la población argentina y puede definir la correlación de fuerzas en el Congreso nacional tras los comicios del 26 de octubre.
El mensaje quedó claro: el peronismo sigue vivo, organizado y con fuerza para disputar el poder. Para Milei, la derrota no solo significa perder terreno en Buenos Aires, sino también un serio desafío a su liderazgo frente al electorado que lo llevó a la Casa Rosada.
La pregunta ahora es inevitable: ¿logrará el presidente recomponer su estrategia en pocas semanas, o el voto bonaerense marcará el inicio de un nuevo ciclo político en Argentina?







