El gobernador de Tennessee, Bill Lee, ha dejado claro su respaldo al plan del presidente electo Donald Trump para deportar a millones de inmigrantes indocumentados. A través de un comunicado publicado en la red social X, Lee anunció que ha instruido a las principales agencias estatales a prepararse para apoyar estas operaciones a partir de enero de 2025, cuando Trump asuma el cargo.
“He pedido a las agencias estatales clave que comiencen a hacer preparativos y estén listas el primer día para apoyar los esfuerzos del presidente Trump para asegurar las fronteras de nuestra nación y mantener seguras a las comunidades”, declaró el gobernador republicano.
La medida, que podría implicar el despliegue de la Guardia Nacional de Tennessee y oficiales de patrulla de carreteras, fue respaldada por la Asociación de Gobernadores Republicanos. En una declaración, el grupo aseguró que está “unido” en apoyo al compromiso de Trump para abordar la “crisis de inmigración ilegal” y deportar a quienes consideren una amenaza para la seguridad nacional.
El Consejo Estadounidense de Inmigración estima que deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país, junto con 2.3 millones adicionales que cruzaron la frontera sur entre enero de 2023 y abril de 2024, podría costar alrededor de $315 mil millones.
La Coalición de Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Tennessee (TIRRC) condenó las declaraciones de Lee, calificándolas como un ataque a las familias y la economía local. “Acorralar a las familias no es solo un desastre moral, sino económico, que paraliza nuestros negocios y nuestra agricultura”, expresó la organización en un comunicado.
El grupo también señaló que estos recursos podrían utilizarse para servicios esenciales como vivienda, salud y educación, en lugar de deportaciones masivas.
Legisladores republicanos de Tennessee han mostrado su apoyo al plan del gobernador. El vicegobernador Randy McNally declaró que “activar la Guardia Nacional para asegurar nuestra frontera y ayudar con las deportaciones es totalmente apropiado”, mientras que el presidente de la Cámara de Representantes, Cameron Sexton, enfatizó la necesidad de deportar a inmigrantes que han cometido delitos en el país.
Sin embargo, líderes demócratas como el representante estatal John Ray Clemmons han denunciado la postura de Lee. “El uso de temas de conversación intolerantes por parte del gobernador está causando hostilidad hacia sus propios electores”, dijo Clemmons, quien instó a Lee a visitar comunidades diversas del sur de Nashville para observar su contribución económica y social.
El enfoque de deportaciones masivas no es nuevo. Durante su mandato, Trump deportó 1.5 millones de personas, mientras que la administración Biden ha repatriado cerca de 4.4 millones, incluyendo 775,000 migrantes desde el fin de las restricciones de la pandemia. Sin embargo, Trump ha señalado que bajo su nueva administración, priorizará la deportación de miembros de pandillas y otros considerados peligrosos, aunque ha dejado claro que cualquier persona en el país ilegalmente es un objetivo.
La Coalición de Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Tennessee (TIRRC) advirtió que movilizar la Guardia Nacional para deportaciones establece un “precedente peligroso”, al tiempo que criticó la falta de claridad en los límites legales de tal medida. Clemmons agregó que, aunque algunos fondos estatales han sido asignados para fortalecer la seguridad, los esfuerzos del estado en materia de inmigración han sido mínimos.
El debate sobre el papel de Tennessee en las deportaciones masivas promete intensificarse a medida que se acerca la fecha de inicio del nuevo mandato presidencial, enfrentando a quienes abogan por medidas drásticas contra la inmigración ilegal con aquellos que defienden la dignidad y el valor de las comunidades inmigrantes en el estado.